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Más de la mitad de Haití es controlado por bandas armadas; en EE UU temen una avalancha de haitianos

En Estados Unidos están muy preocupados por el creciente deterioro de la situación social y política en Haití, donde dominan la bandas armadas y temen que se  produzca una migración masiva de haitianos hacia su territorio.

Según el portal The National Interest, en un un artículo publicado este miércoles, se hace necesario la intervención de la comunidad internacional para controlar la situación en el país caribeño, pero alertan sobre lo improcedente que sería colocar tropas estadounidenses en el terreno.

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En el artículo, firmado por Patrick Duddy, se preguntan si «¿Puede Estados Unidos vivir con un Estado haitiano fallido al lado?

De entrada, el articulista precisa que «ii la crisis actual persiste, habrá un sufrimiento aún mayor en Haití, problemas para otros países de la región y una avalancha de refugiados que se dirigen a los Estados Unidos».

Recuerda que «n los últimos meses, Haití ha experimentado un asesinato presidencial , un terremoto y un huracán. El gobierno central ha perdido casi toda credibilidad y su capacidad de gobernar casi se ha evaporado. Según los informes, las bandas armadas controlan ahora más del 50 por ciento del territorio nacional. El reciente secuestro de diecisiete misioneros, todos menos uno de los cuales son ciudadanos estadounidenses, es solo el último indicio del colapso total de la ley y el orden en el país».

En un rápido recuento de los últimos 30 años de historia haitiana, el autor destaca que:

«Estados Unidos ha intervenido en Haití varias veces sin lograr un progreso sostenible. Después de que el presidente elegido democráticamente, Bertrand Aristide, fuera derrocado a principios de mediados de la década de 1990, Estados Unidos presionó al régimen militar del general Raúl Cedras para que abandonara el palacio presidencial y abandonara el país. Washington luego trabajó con las Naciones Unidas (ONU) y una fuerza internacional para restaurar a Aristide a la presidencia. Cuando Aristide fue expulsado del poder por segunda vez en 2003, Estados Unidos trabajó con la ONU, la Organización de Estados Americanos y una fuerza militar internacional para reconstruir la democracia del país. Estados Unidos no comprometió tropas en ese segundo esfuerzo, pero contribuyó con cientos de millones de dólares. Esa campaña multinacional tuvo éxito, al menos temporalmente. Se estableció un registro de votantes, se llevaron a cabo elecciones, The National Interest

Para superar la crisis, el articulista precisa que «Restaurar el estado de derecho será, necesariamente, un objetivo inicial y difícil de lograr. Arrebatar el poder a las pandillas no será fácil. Puede ser necesaria otra fuerza multilateral como la que se constituyó y desplegó en Haití después de la caída de Aristide por segunda vez. Esto también será un desafío, sobre todo porque el historial de la última fuerza multinacional, conocida como MINUSTAH, fue controvertido entre el pueblo haitiano. Como consecuencia, hoy los haitianos sospechan profundamente de las campañas de seguridad dirigidas internacionalmente para rescatar al país. No obstante, probablemente será necesaria algún tipo de fuerza. Dicho esto, Estados Unidos no necesariamente necesitaría enviar tropas. La última vez que las Naciones Unidas organizaron una fuerza de mantenimiento de la paz para Haití, contribuimos diplomática y financieramente sin enviar tropas. Al mismo tiempo,

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